De Periódicos y Revistas dedicadas al rock nacional
Escribe: Arturo Vigil
Cuando se trata de realizar un rastreo o mejor dicho un recuento, de las publicaciones dedicadas a las manifestaciones juveniles contemporánea o mejor dicho Rock Nacional, resulta no tanto difícil, pero nos ponemos a pensar y divagar, y la pregunta resulta inevitable y decimos ¿Cuándo empezó todo esto?. Podemos determinar sin dudas, que el rocanrol como medio aglutinador y masificador de la juventud peruana, lo encontramos en las nacientes concursos de este ritmo enloquecedor a fines de los años cincuenta. Que se consolidaría en cuando a proyección y masificación del consumo juvenil en los dorados años sesenta, en la que la televisión, radio y sobre todo la prensa, se convertiría en constante vocero de nuestros jóvenes músicos nacionales.
Dentro de la prensa dedicada a la juventud, no podemos dejar de mencionar la sección “Pura Enfermedad” del Diario Extra, la también “Extra A Go Go” (publicación de dicho diario), la recordada revista “Cancionísima”. Cuya jefa de redacción era la destacada periodista Aury Tang, la súper psicodélica “Ritmolandia”, y la que siempre estará en el recuerdo de aquellos adolescentes de los años sesenta, hoy mayores, nos estamos refiriendo a la revista “Ecrán”.
Es indudable que todas estas revistas se encontraban en una constante difusión de lo que se llamó “La Nueva Ola Peruana” y también con nuestros pioneros del Rock Nacional. Cuando nos referimos a la Nueva Ola, no dejamos de hacer mención a propuestas musicales, que solo degeneraron en música sosa y complaciente, en la mayoría de los casos. Muy pocas publicaciones llegaron a consolidarse en los años setenta, la mayoría desaparecieron y las que quedaron fueron muchas veces para el olvido. Una mención muy especial merecen los excelentes reportajes, que se hicieron a las bandas nacionales de esos tiempos, me estoy refiriendo a las ediciones del diario Ultima Hora, también Expreso, donde El Polen fue titular de portada en esos locos años.
Estamos en esa época ya, con un gobierno militar de por medio y es Septiembre de 1972, donde aparece la primera revista exclusivamente de Rock y que en sus páginas podríamos encontrar información y datos de los conjuntos mas connotados del rock nacional. Me estoy refiriendo simplemente de la revista Rock, así como lo lees, tan simple, pero imprescindible en la historia del rock nacional, cuyo director fue Estanislao Ruiz Floriano. Pena nos da decir ya que fue su único número, después de esto, vendrían años de un largo cortejo fúnebre y un silencio cómplice, que algún día tendrán que dar una respuesta clara de que es lo que paso en esos años. Después de mucho tiempo, es precisamente 1978 en la que reaparece la querida Rock, pero convertida en Rock del Sur, siempre bajo la conducción de Estanislao Ruiz, pero en formato boletín, con notas especiales a la tercera generación de rockeros nacionales.
Seguíamos con nuestro recorrido por la historia de las publicaciones de rock en el Perú y nos habíamos quedado con la querida Rock del Sur que duraría hasta Abril de 1979 y que nunca más volvería para la tristeza y el recuerdo de sus muchos lectores, qué aun hoy esperan su regreso.
Ya afines de 1979, haría su ingreso Bemol, un fanzine dedicado a retratar también, el trabajo musical de nuestros entusiastas roqueros, que se debatían en su propio “Dilema Existencial”, si seguir cantando en inglés u optar definitivamente por el castellano como idioma oficial para nuestro rock, y que en sus letras también se expresen nuestros problemas y realidades…
Un espacio de tiempo separaría al público y su contacto con dichas publicaciones. Son los comienzos de los años ochenta, una generación emergía y sus sentidos se alejarían poco a poco del sonido progresivo y sinfónico que dominaba el mundo y por supuesto también nuestra escena musical.
El punk rock y la new wave, marcarían la ruptura, y abrirían la conciencia de nuevos jóvenes, que abrigados en estos sonidos, darían forma a distintas publicaciones fanzinescas como Costra, La Nave de los Locos, convertida en Luz Negra, vendría después Alternativa Subterránea. Qué dado su nombre se autodenominaría el fanzine del rock subterráneo. Posteriormente llegaría a circular revistas como Ave Roq, Esquina (nuevamente en las calles), Pose (con una sola edición), y una efímera denominada Rock (no confundir con la de 1972).Serian las publicaciones que dieron vida al espectro musical de esos años.
Ya en los noventas, no habría demasiadas novedades y seguirían apareciendo fanzines, para todos los gustos, pero enmarcados dentro de la movida del circuito hardcore punk, dark, metal y demás tendencias .Todas con demasiadas limitaciones, poco serias para ser citadas y consideradas al respecto y por cierto todas envueltas en una constante apatía y letargo para ser el vinculo indispensable entre los grupos y el público.
El nuevo siglo traería sorpresas, y un constante aumento de agrupaciones de jóvenes músicos, que muchos de los cuales, despercudidos de las taras de los roqueros subtes, están dando ejemplos de vitalidad y esfuerzo por sacar adelante sus producciones y hacerse de un nombre en nuestra escena musical.
Ya es verano del 2000, en que nace nuestro Sótano Beat “Para la juventud sana y estudiosa” con la historia de bandas pioneras de los años 60 y 70. Y que se anota con dos hallazgos imprescindibles, que hacen un antes y un después del Sótano Beat en cuanto a publicaciones de rock en el Perú y me atrevería decir en Latinoamérica, modestia aparte; su mérito, es el haber encontrado a dos ex miembros de Los Saicos, me refiero a Rolando Carpio y Erwin Flores, pronto contaré esta historia, que es nuestra historia y considero que ya fue suficiente…
PUBLICADO EN EL DIARIO LIBERACION VERANO DEL 2004
Escribe: Arturo Vigil
Cuando se trata de realizar un rastreo o mejor dicho un recuento, de las publicaciones dedicadas a las manifestaciones juveniles contemporánea o mejor dicho Rock Nacional, resulta no tanto difícil, pero nos ponemos a pensar y divagar, y la pregunta resulta inevitable y decimos ¿Cuándo empezó todo esto?. Podemos determinar sin dudas, que el rocanrol como medio aglutinador y masificador de la juventud peruana, lo encontramos en las nacientes concursos de este ritmo enloquecedor a fines de los años cincuenta. Que se consolidaría en cuando a proyección y masificación del consumo juvenil en los dorados años sesenta, en la que la televisión, radio y sobre todo la prensa, se convertiría en constante vocero de nuestros jóvenes músicos nacionales.
Dentro de la prensa dedicada a la juventud, no podemos dejar de mencionar la sección “Pura Enfermedad” del Diario Extra, la también “Extra A Go Go” (publicación de dicho diario), la recordada revista “Cancionísima”. Cuya jefa de redacción era la destacada periodista Aury Tang, la súper psicodélica “Ritmolandia”, y la que siempre estará en el recuerdo de aquellos adolescentes de los años sesenta, hoy mayores, nos estamos refiriendo a la revista “Ecrán”.
Es indudable que todas estas revistas se encontraban en una constante difusión de lo que se llamó “La Nueva Ola Peruana” y también con nuestros pioneros del Rock Nacional. Cuando nos referimos a la Nueva Ola, no dejamos de hacer mención a propuestas musicales, que solo degeneraron en música sosa y complaciente, en la mayoría de los casos. Muy pocas publicaciones llegaron a consolidarse en los años setenta, la mayoría desaparecieron y las que quedaron fueron muchas veces para el olvido. Una mención muy especial merecen los excelentes reportajes, que se hicieron a las bandas nacionales de esos tiempos, me estoy refiriendo a las ediciones del diario Ultima Hora, también Expreso, donde El Polen fue titular de portada en esos locos años.
Estamos en esa época ya, con un gobierno militar de por medio y es Septiembre de 1972, donde aparece la primera revista exclusivamente de Rock y que en sus páginas podríamos encontrar información y datos de los conjuntos mas connotados del rock nacional. Me estoy refiriendo simplemente de la revista Rock, así como lo lees, tan simple, pero imprescindible en la historia del rock nacional, cuyo director fue Estanislao Ruiz Floriano. Pena nos da decir ya que fue su único número, después de esto, vendrían años de un largo cortejo fúnebre y un silencio cómplice, que algún día tendrán que dar una respuesta clara de que es lo que paso en esos años. Después de mucho tiempo, es precisamente 1978 en la que reaparece la querida Rock, pero convertida en Rock del Sur, siempre bajo la conducción de Estanislao Ruiz, pero en formato boletín, con notas especiales a la tercera generación de rockeros nacionales.
Seguíamos con nuestro recorrido por la historia de las publicaciones de rock en el Perú y nos habíamos quedado con la querida Rock del Sur que duraría hasta Abril de 1979 y que nunca más volvería para la tristeza y el recuerdo de sus muchos lectores, qué aun hoy esperan su regreso.
Ya afines de 1979, haría su ingreso Bemol, un fanzine dedicado a retratar también, el trabajo musical de nuestros entusiastas roqueros, que se debatían en su propio “Dilema Existencial”, si seguir cantando en inglés u optar definitivamente por el castellano como idioma oficial para nuestro rock, y que en sus letras también se expresen nuestros problemas y realidades…
Un espacio de tiempo separaría al público y su contacto con dichas publicaciones. Son los comienzos de los años ochenta, una generación emergía y sus sentidos se alejarían poco a poco del sonido progresivo y sinfónico que dominaba el mundo y por supuesto también nuestra escena musical.
El punk rock y la new wave, marcarían la ruptura, y abrirían la conciencia de nuevos jóvenes, que abrigados en estos sonidos, darían forma a distintas publicaciones fanzinescas como Costra, La Nave de los Locos, convertida en Luz Negra, vendría después Alternativa Subterránea. Qué dado su nombre se autodenominaría el fanzine del rock subterráneo. Posteriormente llegaría a circular revistas como Ave Roq, Esquina (nuevamente en las calles), Pose (con una sola edición), y una efímera denominada Rock (no confundir con la de 1972).Serian las publicaciones que dieron vida al espectro musical de esos años.
Ya en los noventas, no habría demasiadas novedades y seguirían apareciendo fanzines, para todos los gustos, pero enmarcados dentro de la movida del circuito hardcore punk, dark, metal y demás tendencias .Todas con demasiadas limitaciones, poco serias para ser citadas y consideradas al respecto y por cierto todas envueltas en una constante apatía y letargo para ser el vinculo indispensable entre los grupos y el público.
El nuevo siglo traería sorpresas, y un constante aumento de agrupaciones de jóvenes músicos, que muchos de los cuales, despercudidos de las taras de los roqueros subtes, están dando ejemplos de vitalidad y esfuerzo por sacar adelante sus producciones y hacerse de un nombre en nuestra escena musical.
Ya es verano del 2000, en que nace nuestro Sótano Beat “Para la juventud sana y estudiosa” con la historia de bandas pioneras de los años 60 y 70. Y que se anota con dos hallazgos imprescindibles, que hacen un antes y un después del Sótano Beat en cuanto a publicaciones de rock en el Perú y me atrevería decir en Latinoamérica, modestia aparte; su mérito, es el haber encontrado a dos ex miembros de Los Saicos, me refiero a Rolando Carpio y Erwin Flores, pronto contaré esta historia, que es nuestra historia y considero que ya fue suficiente…
PUBLICADO EN EL DIARIO LIBERACION VERANO DEL 2004