LOS STOMIAS - ESTE 01.12.12 EN LE FUN HOUSE -
ESTE 1RO DE DICIEMBRE - LOS STOMIAS - REGRESAN DEL EXILIO CON LO MAS
CRUDO DEL SURF INSTRO A LE FUN HOUSE Y EN UNA DE SUS MAS ASQUEROSAS
FECHAS JUNTO A LAS BANDAS:
LOS STOMIAS
ADICTOS AL BIDET.
VASELINA.
GOMAS
LOS ENTIERROS.
ALIENTO DE PUTA Y LAS RATAS DE MARTE
LUGAR: PARTIDO SOCIALISTA - PZA. BOLOGNESI -
HORA: 10:00 PM.
COSTO: 5 SOLES.
nota de prensa de los organizadores *******************************************
>>> LA PUTREFACTA FUN HOUSE NOS SIGUE INFECTANDO >>>>
>>>>>>>>>>>> SÁBADO 1 DE DICIEMBRE >>>>>>>>>>>>>
********* ZOMBIE HORROR AND ROLL @ FUN HOUSE ********
******** LA ÚLTIMA NOCHE DEL PARTIDO SOCIALISTA ********
******** FELIZMENTE (AUN) EXISTEN PEORES COSAS KE LA MUERTE
Para el 1 de Diciembre el virus será incontrolable, innumerables hordas
de muertos andarán devorando gente por toda la capital, van kedando
pocos refugios, el local del Partido Socialista también tiene las horas
contadas, viéndose obligado a cerrar sus puertas hasta ke la pandemia
haya pasado.
Sobreviviente, infectado, caminante o comida. Nunca debiste jugar con la muerte.
Esta es
la historia de un muchacho del distrito de Lince cuyo nombre es Fernando Quiroz
Vargas Machuca y que empieza en la música con una banda de barrio un tanto
desconocida llamada Los Beatos. Posteriormente formaría su propio conjunto beat
llamados Los Zanys con Roger Flores que vivía en Guisse, Julio
Berrocal que venía de San Juan de Miraflores, Dagoberto Sánchez de Pamplona y
tanto Fernando Quiroz como Alberto Gargurevich del barrio linceño.En ese
contexto en dicho distrito el arte fluía
en el ambiente y se podían encontrar muy buenas agrupaciones.
El mundo
musical de Quiroz iba desde Los Panchos, Los Saicos, Beatles, Louis Armstrong,
Verdi, Joan Báez, Bach,
Guess Who y Dizzy Gillespie. “En esa época escuchábamos mucha música,
ahora la juventud no asimila lo que escucha, antes en la música había arte. Mi
primer acercamiento con el rock proviene de una banda de barrio llamada Los Beatos,
nosotros grabaríamos con Los Zanys el tema “Quiero saber” que es una
composición de Daniel Rosario Saldaña. Los Beatos en su momento fueron Jaime
Araujo (quien posteriormente tocaría en los Pasteles Verdes y Los Fantásticos
de Chimbote)" recuerda Quiroz .
Daniel
Rosario Saldaña fue un gran amigo,
Quiroz lo conocería en el ICPNA en ese entonces le enviarían un libro con notas
de jazz (en verdad era un compendio musical, casi un vademecum con lo mejor de
la música hecho hasta ese momento) y es donde ellos beberían y enriquecerían
sus conocimientos musicales. Hay que
resaltar que en esos años estos músicos eran autodidactas. Quiroz daría sus
primeros pasos musicales con el grupo Los Beatos que estaban compuestos por
Tomas Beraund, Jaime Araujo, Daniel Rosario (compositor).
Después
de Los Beatos, formaría Los Zanys y con los cuales grabarían tres 45 rpm y un
último single con el tema “Sellado con un beso” ya con otra formación y en la
que destacaría Jaime Araujo en la primera guitarra. Posteriormente Los Zanys
abandonarían radicalmente el sonido beat un tanto romántico y entraría a un
estilo netamente hard rock influenciado por Grand Funk y Deep Purple a
comienzos de los años setenta.
Los
Zanys grabarían en el sello Impacto. En esos años era muy difícil acceder al mercado
y poder grabar tanto a disqueras como Odeón y FTA era impensable e inaccesible.
“Por eso admiro a Gian Marco, Pedrito Suárez Vertis, Eva Ayllón y a la gran Lucila de la Cruz que son grandes
artistas. Compartí escena con muchos músicos nacionales en la ya
desaparecida Peña Los Mundialistas”…nos relata nuestro nostálgico entrevistado.
Mi
contacto con la música Tropical
“Yo conocía
a un periodista amigo de Enrique Degado, yo en esa época ya estudiaba Administración
de Empresas y me invitó a un casting que estaba haciendo Enrique para los Destellos
(en esa época se decía prueba) .Enrique me escucha, ahí también estaba Tito
Caycho y Carlos Ramírez Bazo. Lo bueno de Enrique Delgado es que era un músico
de Conservatorio y por lo tanto un guitarrista ideal” nos dice Quiroz.
“Yo soy
un guitarrista salido de las filas del rock, integre los Destellos rápidamente…los
primeros temas de los Destellos eran instrumentales, empezamos a utilizar para
la cumbia una guitarra de 12 cuerdas”
nos dice nuestro entrevistado. De esa época temas emblemáticos como “El
Avispón”,”Guajira Psicodélica”,”La Ardillita” son himnos y patrimonio musicales
del Perú.
Apartir
de 1968 para adelante cuando integro con el maestro Delgado Los Destellos la
música en el Perú cambio, los música de
los Destellos fueron la revelación y el sonido de una época que se avecinaba y que desde ya no quería
pasar desapercibida. Esta música representaba la conexión músico eléctrica de
la lima modernista con el Perú campesino, migrante y afincado en la capital que
buscaba la conexión exacta entre lo moderno y la nostalgia del huayno y el
sentir del poblador migrante, ese es el aporte de esta gran agrupación
nacional dejándonos este legado musical a nuestro país.
Quiroz
recalca…”Es el ritmo tropical peruano neto…la cumbia es colombiana”.
La
música de Los Destellos es fusión de vals, marinera, es costa, sierra y
selva…eso es lo más importante, variedad de temas porque ese es el aporte que
tuvo la música que hizo Enrique Delgado.
“Enrique
tenía sus propias influencias o características…era criollo, folclorista…era
más técnico, yo era más roquero.Por cierto
he tenido cerca de 10 guitarras desde Fender, Teisco y Telecaster”recuerda
Quiroz.
La música
de Los Destellos fue una verdadera revolución que va mas allá de una simple
interpretación sociológica, es asimismo el soundtrack del Perú mismo post rock
(dícese de la primera época del rock peruano desde las matinales hasta la
vanguardia de Laghonia y Traffic Sound).
“Para
llegar a grabar a Odeón había que ser bueno, escogidito…ahora todo se graba por
dinero…son marketing nada más.Por estos días estoy pensando registrar puros
temas instrumentales con gente nueva” no dice nuestro amigo Quiroz.
Con Los
Zanys hacían hasta ocho matinales los fines de semana, además hicieron giras a
Piura y Chiclayo principalmente .Asimismo se presentaban en programas de TV como
el “Tío Johnny a go go” y “Ritmo
de Juventud”.
Si los
Destellos fueron los primeros es porque tenían al genio creador de Enrique
Delgado y el sonido roquero que le daba una característica muy personal y
modernista al sonido tropical peruano el cual fue el aporte valioso del gran
Fernando Quiroz. Podemos dejar llevarnos con temas como “Onsta la yerbita”, “Volando
con los Destellos”, “Amor Andino”, “Pasión Oriental”…esto es el Perú el wah wah
y riff unidos en una hemorragia de sonidos con furia chola y una identidad
blanquiroja a prueba de balas.
Discografía de Los Zanys
En Enero
de 1968 graban su primer sencillo. "LA CHICA DE LA MINIFALDA" (Lado
A) y "QUIERO SABER" (lado B), casi enseguida gramos el segundo con
los temas "QUIERO FUGARME CONTIGO"(lado A) y "UN LUGAR
IDEAL" (lado B).
"SELLADO
CON UN BESO" (lado A instrumental) y
"NO VOY A CAER" (lado B).
Los
mejores discos de Los Destellos: Destacan el primero “Los Destellos”, “En órbita”, “Solo ellos: Los Destellos”, “Mundial…”, “En
la cumbre”,
“Clase... Aparte” entre
otros.
En esta nueva etapa de Only Sixties iniciamos un
recuento de las bandas no muy conocidas de la escena roquera del Perú e
injustamente olvidada y hoy lo hacemos con una pequeña conversa con Enrique
Trujillo recordado baterista chalaco que además fue fundador de la emblemática
agrupación del Callao llamada Los Delfines. Dejemos que el recuerdo y el primer
rock hecho en el Perú discurra en nuestro Only Sixties renovado…acá la
nota.
Los Dacios fue una banda proveniente del primer
puerto del Callao alrededor de 1966 y estaba formado por Dino Cabello en la
voz, Juan Urbina en (1era guitarra), Daniel Gutiérrez (2da guitarra), Luis
Agostini en el bajo y Enrique Trujillo en la batería.
En esta banda posteriormente saldría Daniel
Gutiérrez e ingresaría Henry Kurai (según los entendidos músicos sesenteros, era
uno de los más capos musicalmente hablando y compositor de varios temas del
conjunto).
“Ahora estoy recordando muchas cosas ya que
he estado mucho tiempo fuera del país…lo que nosotros hacíamos era música a go
go, el sonido de esa época fue una ola musical al ritmo de Neil Sedaka y Paul
Anka y después con la revolución que significaron los Beatles, en ese contexto
escuchábamos el programa Música para la
Juventud conducido por el ya desaparecido Enrique LLamosas en Radio
Miraflores” nos cuenta un embelesado Trujillo añorando una época de brillo y
esplendor de la música joven hecha en el Perú.
“Recuerdo haber presenciado a Los Mads
ensayando en una casona en la Perla, fueron lo mejor de esa época.En el Callao
éramos amigos de los Cinco Dedos y me acuerdo de un buen músico de apellido
Fernandini” señala Trujillo.
Enrique Trujillo ahora tiene una banda que
se llama LA LEYENDA y en la que toca
también Kurai. Asimismo después de Los Dacios el único que siguió en la música
fue Kurai.Trujillo después de su paso por Los Dacios ingresaría a la
universidad y se retiraría del rock aunque volvería solo por el llamado del empresario
Pocho Ugarte para solo tocar música criolla en una peña en el distrito de
Miraflores en la cual trabajaría con una grande como la señora Eva Ayllón y
asimismo Trujillo haría música internacional acompañando a conocidos artistas
(músico versátil como pocos es el buen Enrique).
A su retorno de Venezuela se juntaría con
Dino Cabello para hacer temas de su banda de siempre Los Dacios…pero los
tiempos eran otros para lo cual afirma nuestro entrevistado “El músico peruano no es constante, no se
proyecta…me he encontrado con esta traba”.
Hasta hace poco quiso reunir a Los Dacios
porque había expectativas ya que había llegado del extranjero un conocido
empresario y muy exitoso y hablo con Kurai para juntarlos nuevamente en el
local Cantares cuyo dueño es el cantante Dino Cabello y que está en
Alcanfores (Miraflores)."Bueno así que
nos reunimos pero no quedamos en nada, yo recién no mas había llegado de Venezuela
y recién me estaba soltando con la batería, ahora también he empezado a trabajar con la batería
eléctrica, además pinto cuadros, me dedico a la escultura y estoy componiendo música”
relata Trujillo.
He realizado presentaciones en el Teatro
Canout con artistas como Koko Montana, Raúl Vásquez entre otros . Asimismo he
tocado en la Estación de Barranco con la producción del empresario nuevaolero
Lucho Aguilar.
“La amistad con los amigos de esa época de
los sesentas más que amigos éramos hermanos. En ese contexto el poder grabar
era muy difícil y hacer música era lo natural del joven de esa época, nos expresábamos
con mucho sentimiento y asimismo la calidad de los instrumentos eran mucho
mejor”, nos confiesa nuestro entrevistado.
Los Dacios llegaron solo a grabar un larga
duración y varios 45 rpm en la que destacan temas “No la toques más”,”Ritmo de
la lluvia” y la súper melancólica gogodélica “No te olvidaré”.El buen Enrique
sigue ensayando y preparando nuevos proyectos musicales y estaremos atentos a
su sonido.
¿A dónde nos llevará el bus rojo de la Marca Perú en su segunda
incursión por el mundo? ¿Qué pueblo será bendecido esta vez con una
inolvidable explosión de color, calor... y sabor a peruanidad? Pon play y
abórdalo ya, porque el Perú es una gran marca... ¡y todos estamos
invitados a ser sus embajadores!
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Brand's red bus take us on its second expedition around the world? Which
town will be blessed this time with a memorable explosion of color,
warmth... and taste of Peruvian culture? Click here and hop on, for Peru
is a great brand... and we are all invited to be its ambassadors!
Felices Fiestas Patrias para todos los peruanos de todo el mundo .
Este
domingo 22 de julio, en el marco de la 17ª Feria Internacional del Libro de
Lima, a realizarse en el Parque de los Próceres, Jesús María, se presenta en el
auditorio “César Vallejo” el libro "Días Felices: Rock and roll, twist,
surf, a-gogó, enfermedad, cumbia-beat, psicodelia y otros sonidos juveniles
entre 1957 y 1983", a través de Editorial Contracultura. Este evento
incluirá un conversatorio (8:00pm) y música en vivo (9:30pm).
“Días
Felices” reúne una selección de artículos escritos para el fanzine Sótano Beat,
publicación que desde el año 2000 se dedica a indagar sobre los inicios de la
música popular contemporánea del Perú, con especial énfasis en el beat, el
ritmo “enfermedad” y la cumbia-beat.
A
través de investigaciones, entrevistas y crónicas incluidas, el lector podrá
descubrir cómo se desarrollaron los gustos musicales de la juventud sana y
estudiosa durante esos años.
Entre
sus 40 “tracks” podrán encontrar notas dedicadas al rock and roll en el Perú a
fines de los 50, Duraznito y sus Twisters, Kela Gates, Jean Paul “El
Troglodita”, las primeras entrevistas a los Saicos desde los años sesenta, Los
Holy´s, Steivos, Traffic Sound, Los Destellos, Miguel Flores, Pablo Branda Villanueva,
Cumbia-beat, Grupo Celeste, Breeze y Música disco nacional, y otras.
Estarán
presentes los fundadores del fanzine Sótano Beat: Diego García y
Arturo Vigil.
Antes de hablar de la fusión del rock con la música autóctona peruana es necesario recordar que toda Música es un proceso de fusión permanente. ¿Qué mejor ejemplo que el mismo rock, género donde convergen el blues, el country, el rythm and blues, el hillbilly? ¿Y no es fusión también la Música andina, con sus instrumentos de cuerda y vientos traídos por los españoles? Teniendo en cuenta esto podemos continuar con este rápido repaso.
PRIMERA PARTE. El encuentro entre el rock y la música peruana"
Un primer antecedente de rock mestizo lo podemos encontrar en el primer álbum del rock peruano. Se trata de Los Incas Modernos del Callao y su “Carnavalito”, versión en surf rock del tradicional tema andino “El humahuaqueño” (que algunos aseguran que es típico de Jujuy, Argentina) aparecida en el álbum homónimo de 1963.
Para Arturo Vigil, incansable investigador de los primeros años del rock nacional, la tradición del rock mestizo comienza con grupos de provincia como Los Datsuns de Huancayo, Los Siderals de Ayacucho y Los Espectros de Cusco.
Los Siderals editaron en 1967 un longplay homónimo a través de Iempsa caracterizado por su eclecticismo. “Ustedes encontrarán lo que todavía no se atrevió a hacer ningún otro conjunto. Canciones peruanas típicamente vernaculares como ‘Vírgenes del Sol’, ‘Amor indio’ y otras llevadas al disco al ritmo moderno sin quitarles en lo más mínimo su expresión musical que es lo que los amerita” decía el texto interior del vinilo. Los rockeros ayacuchanos pueden ser considerados también pioneros de la cumbia andina con los instrumentales “Rimski”, “La Avispa” y “Acuarela de río”, aparecidos también en este disco. Los Siderals además son LA PRIMERA banda de rock and roll en hacer una versión de “El cóndor pasa” de Daniel Alomía Robles, antes de que Paul Simon y Art Garfunkel la grabara, ignorando su verdadera autoría.
Pero el inicio del mestizaje en el rock se da con la legendaria banda El Polen, liderada por los hermanos Raúl y Juan Luis Pereyra, todo un hito en la Música peruana moderna.
Los hermanos Pereyra, nietos del pintor Raúl María Pereyra, habían crecido en un ambiente bohemio e intelectual, ajeno a los prejuicios sociales y raciales tan comunes en su época. Todavía en el colegio, comienzan en el rock and roll con Los Shains, la banda de Pico Ego Aguirre y Gerardo Manuel, cuyo repertorio estaba hecho mayormente de versiones de bandas estadounidenses e inglesas. Luego forman Los Drags, junto a Jean Pierre Magnet.
Sin embargo, los cambios que atravesaba el mundo a fines de los años 60 los motivaron a buscar una ruta musical más autóctona.
“Dejé de tocar mucho tiempo porque me aburrió la onda de los covers. Me desencanté y pasé mucho tiempo sin guitarra eléctrica y solo agarraba la criolla. Empecé a tocar valses y rock acústico. Era un momento de cambios en los 60s, hubo una revolución que movía a todo el mundo y también sentí una necesidad de ser original. Tome conciencia de qué es la autenticidad, ser peruano y de nuestras raíces, que era bien ricas. Y no veía el motivo por el cual nosotros no mirábamos hacia dentro. Eso también con cierta consciencia política, como que despertamos un poco”, nos cuenta Juan Luis Pereyra, desde la misma casa Miraflores donde nació El Polen con su hermano Raúl, lamentablemente fallecido el año 2010.
Influidos por la Música andina, el rock sicodélico, la poesía de Juan Gonzalo Rose y de Carlos Oquendo de Amat y lo que Juan Luis llama “experiencias psicomísticas”, El Polen hizo su debut en el verano de 1970 en pub miraflorino llamado Zanzíbar.
Pero el episodio definitivo en su aprendizaje de la Música andina se dio cuando viajaron, tirando dedo, al Cusco. Ahí tocaron en plazas y calles a cambio de alimentos y aprendieron a ejecutar el arpa, la quena y el charango, instrumentos que trajeron a Lima. El sonido del grupo se complementaba con el chelo de Juan Sebastián Montesinos y el violín de Fernando Silva.
Gracias a su hermano Nilo Pereyra, la banda fue contratada por el productor Bernardo Batievski para incluir su Música como banda sonora de la película “Cholo”, inspirada en la vida del exitoso futbolista Hugo Sotil. Los músicos le pidieron al productor un espacio para ensayar tranquilamente y así se pudieron instalar en una casa en la Bajada de los Baños que terminó convirtiéndose en una comunidad, a donde iban hippies y músicos de todas partes. Por ahí también pasó Susana Baca, quien se hizo muy amiga de ellos y que incluso grabó canciones con Juan Luis Pereyra. En esas circunstancias El Polen graba su primer disco que incluye versiones del himno cusqueño “Valicha” y “Cholito pantalón blanco”, y temas propios como “La Flor”, épica pieza de 11 minutos, con un canto en quechua. Al año siguiente graban “Fuera de la ciudad”, otra obra maestra de la Música contemporánea local.
El Polen fue LA PRIMERA banda contracultural del Perú. Su modo de vida estaba opuesto al sistema e identificado con el hippiesmo. En La Cantuta se refugiaron en una casa junto con otras personas con similares inquietudes, una suerte de comunidad hippie en las afueras de la ciudad.
“Nos dimos cuenta que la mejor manera para hacer una obra en grupo era conviviendo. Conviviendo podríamos llegar a tener una compenetración musical mucho más potente”, cuenta Juan Luis.
El Polen protagonizó en los años 70 una de las historias más fascinantes en la historia del rock peruano. Basta decir que estaban programados para abrir el frustrado concierto de Santana en 1971. El propio Carlos Santana les regaló dos guitarras para ese concierto, de las cuales Juan Luis conserva una. Luego iniciarían un libérrimo recorrido por el mundo. Uno de los hippies que cayó por la casa de La Cantuta ahí se llevó el disco “Cholo” a Chile y se lo mostró a Los Jaivas, quienes por esos años ya fusionaban el rock con la Música andina.
El grupo recibe la invitación para viajar y se presentan junto a sus pares Chilenos en la Quinta Vergara. Eran los años de la Unidad Popular y la actividad cultural era sumamente intensa. A su regreso, Susana Baca los convoca para una delegación de artistas peruanos invitados por el gobierno alemán para un festival. Tras su presentación en Alemania, el grupo sigue su rumbo y recorre Europa durante seis meses, sin más pertenencias que sus instrumentos y su Música. En el recorrido, llegan a ver en vivo a los Rolling Stones, Donovan y Procol Harum, tocan en un barco en el Danubio y caen en el atelier del pintor cusqueño Alberto Quintanilla en París.
El proceso de El Polen fue la búsqueda musical y espiritual de un grupo de jóvenes músicos limeños criados en el rock and roll, identificados con el hippiesmo y que miraron hacia las raíces musicales de su país. En ese sentido su viaje a Cusco fue trascendental para aprender más de la Música andina y de sus instrumentos. Al mismo tiempo, en la misma Ciudad Imperial, Héctor Garay del grupo El Trébol iniciaría un proceso inverso, por llamarlo así. De una ciudad con dificultades para hacer rock and roll, este joven músico viajó a Argentina para conocer la gran escena que vivía ese país. Viajó guitarra en mano y tirando dedo, tal como lo hicieran los Pereyra. Se podría decir que mientras que El Polen estaba formado por rockeros que aprendieron a tocar Música andina, el caso de El Trébol es de músicos andinos que aprendieron a tocar rock.
Años antes, en 1966, Héctor y sus hermanos, todavía en el colegio formaron el grupo Los Espectros, pioneros del rock cusqueño. La banda se hizo muy popular en las llamadas “fogatas bailables”, fiestas organizadas por los colegios de Cusco para recaudar fondos para su viaje de promoción. El verano del 67 pasaron sus vacaciones escolares en Lima para grabar su primer disco, bajo el sello Iempsa que además de temas de enérgico rock and roll, incluía versiones de las famosas melodías “Ollantay” del cusqueño Leandro Alviña Miranda y “Cuando el indio llora” de Carlos A. Saco.
“Lo primero que tu aprendes en el Cusco si agarras una mandolina, un charango o una guitarra es a tocar ‘Vírgenes del Sol’, explica Héctor, demostrando que los mejores ejemplos de fusión se dan de manera espontánea. Pero volvamos a 1972. Héctor regresa de Argentina con un gran lote de discos de Pescado Rabioso, Litto Nebia y Arco Iris y les propone a sus hermanos seguir ese camino. Así comienza una nueva aventura denominada El Trébol, primer grupo rockero que grabó canciones en quechua.
Estas son su sicodélica versión de “El Cóndor Pasa” y la composición propia “El viento pregunta por ti”, ambas incluidas en su primer disco titulado “Buscándote”, editado por El Virrey, a iniciativa de Gerardo Manuel
“El motivo principal era que, para nosotros que no dominábamos el inglés, era más fácil cantar en nuestro idioma quechua. Yo domino el quechua porque he vivido allá y lo he estudiado. El inglés he tratado de masticarlo pero siempre se me hizo difícil”, recuerda.
“Al año siguiente lanzarían el disco “Mujer viajera”, siguiendo el mismo estilo que bebió el líder del grupo en su iniciático viaje a Argentina. Su sonido mezclaba la balada con el rock sicodélico y usaba efectos como el fuzztone y el wah wah.
Cuarenta años después estas joyas del rock cusqueño esperan ser reeditadas en formatos más modernos para las nuevas generaciones.
En 1973, tras el golpe de Pinochet, el músico peruano Celso Garrido Lecca regresa de Santiago de Chile entusiasmado por el movimiento de la Música popular durante el gobierno de Salvador Allende y crea en Lima el Taller de la Canción Popular en el Conservatorio Nacional de Música. A este taller se integra Walter Paz, enérgico guitarrista de Los Yorks, quien se aleja del rock para formar parte de Tiempo Nuevo, banda concebida en ese taller. Paz forma también Corpus y Korillacta, este último junto al fallecido maestro Félix Casaverde. Otro músico de las canteras del rock que se incorporó a Tiempo Nuevo fue Dante Piaggio, quien venía de tocar en el grupo Illicit junto a ex músicos de We All Together y que luego formaría el grupo Amaru.
PARTE FINAL. El encuentro entre el rock y la música peruana"
Las raíces de un mestizaje musical
A mitad de los años 70 las condiciones para los músicos de rock se volvieron cada vez más difíciles. Comienza una etapa oscura, donde hay pocos conciertos y los lanzamientos discográficos son igualmente escasos. Los rockeros peruanos toman entonces distintos caminos. Unos dejan la Música para dedicarse a una profesión más “segura” y otros se van del país. Los que quedan, deciden explorar en otros géneros, algunos interesados por el rollo de la Nueva Canción o del folclore latinoamericano, como fue el caso de Walter Paz y Dante Piaggio. El escritor e investigador Carlos Torres Rotondo, autor del libro “Demoler”, explica que en esa época se da un “trasvase de músicos y públicos rockeros a la Nueva Canción”.
En 1974 aparece el grupo Ave Acústica, uno de los proyectos musicales más vanguardistas salidos hasta el momento, donde se mezclaba el rock sicodélico y el folclore andino. El proyecto fue encabezado por Miguel Flores, quien era el baterista de la banda de rock pesado Pax, hasta que un accidente lo dejó sin poder caminar durante ocho meses. En ese lapso se dedica a la lectura y a aprender a tocar guitarra, dejando fluir su influencia andina.
“Supongo que así como uno habla con un acento cuando proviene de un lugar, pasa lo mismo con la Música. Las influencias te dejan un dejo musical y mi dejo era que me gustaba tocar todo como si fuera huaynito. Ponía los acordes de rock, las ‘power chord’, y las rascaba como si fuera huayno. Me encantaba el resultado”, rememora Miguel.
Al mismo tiempo, Miguel Flores empezó a interesarse en músicos vanguardistas como John Cage y Karlheinz Stockhausen. Algunas presentaciones de Ave Acústica comenzaban con el conteo regresivo que precede al lanzamiento a un cohete, anticipando un verdadero vuelo musical. Tras el lanzamiento del cohete, un ruido se apoderaba de la sala. Es un platillo grabado a otra velocidad y luego procesado con un efecto de reverberación. Miguel recogía sonidos ambientales que procesaba con efectos o creaba los suyos propios, influido por sus lecturas sobre la Música concreta, y los lanzaba en vivo desde una grabadora de cinta abierta. Un rudimentario y creativo método de “sampleo”.
Las presentaciones eran acompañadas por proyecciones con imágenes de paisajes peruanos como el Bosque de Piedras de Huayllay, en un intento de generar una experiencia audiovisual.
El grupo estaba conformado por Gaby Cavagnaro, Carlos Espinoza, Alfonso Díaz, Jaime Urco y Roberto Núñez, además de Richie Zellon, fundador de El Ayllu, quien tocaba el chelo. Por cierto, ellos renegaban de la Música latinoamericana, pues les parecía que imitar a los grupos argentinos o Chilenos era tan alienante como copiar al rock estadounidense o británico. Uno de sus espectáculos más ambiciosos se denominó “Manasonojoyospa Muspaynin” o “Sueños de una Locura”, presentado en el Teatro La Cabaña en diciembre de 1975.
Parte del repertorio de Ave Acústica era en quechua, gracias a la ayuda del abuelo Miguel que traducía sus letras. Incluso realizaron un cover de la banda británica Curved Air en ese idioma. La experiencia duró dos años, suficiente para generar todo tipo de reacciones. Para algunos, Ave Acústica malograba el folclore mientras que para otros, era un grupo innovador. Lamentablemente no alcanzaron a grabar nada en estudio y lo único que conserva Miguel Flores son registros en vivo que esperan ser reeditados en algún momento.
Gracias a la experiencia en Ave Acústica, Miguel Flores fue invitado a Japón en 1980 para un proyecto alucinante: poner en escena una versión de la opera andina Ollantay con texto en japonés. Se llevó a Manuel Miranda, Eduardo Freire y Lucho Sotomayor y dirigió al grupo de Música electrónica experimental Kanze On, muy influido por los alemanes Tangerine Dream. Esta versión peruano-japonesa de Ollantay estuvo dos semanas en cartelera.
“Todo es fusión lo que pasa es que en los 70s se hizo consciente el proceso de estar mezclando. Antes eso no era un elemento que entrara a determinar si tu Música era buena o mala”, explica Miguel Flores, quien realizó innumerables proyectos musicales hasta la actualidad.
Ave Acústica en 1975. Su propuesta de neofolklore no fue entendida en su momento.
El resurgimiento
A fines de los 70’s e inicios de los años 80 el rock no despertaba de ese largo letargo en que se había sumido, (voluntario para algunas, forzoso para otros) durante la dictadura militar.
El lanzamiento de “Avenida Larco” de Frágil parecía ser la esperanza de un rock con una identidad más peruana, pero no fue así y los grupos que existían se dedicaban a tocar canciones de bandas extranjeras. Al respecto, Arturo Vigil explica: “el rock estaba muy ‘limeñizado’. Crecimos musicalmente pero nos hicimos pequeños con la cuestión del idioma. Al cantar en inglés te alejabas del gran público”.
Al mismo tiempo se desarrolla una escena paralela, “subterránea”, que tenía por consigna el hacer Música propia y no versiones de otros. Parte de estos grupos se interesaron en la fusión con la Música andina y así tenemos a Abiosis, Kotosh y Soljani, entre otros, que en 1982 formaron la Asociación de Músicos Integrados (AMUSI), una experiencia que duraría apenas dos años y que convocó a otros proyectos que, así como ellos, cantaban en castellano en un momento en que, aunque ahora parezca mentira, era casi mal visto.
De esta nueva generación de bandas de rock mestizo la más importante es sin duda Del Pueblo, hijos predilectos del distrito de La Victoria.
Fundado por el incansable Piero Bustos y Ricardo Silva, en sus inicios Del Pueblo era un grupo más tirado a la Música criolla y el folklore latinoamericano. El ingreso de Jorge “Negro” Acosta en 1982, entonces miembro de Patria Roja, sería determinante para el cambio de estilo del grupo. Piero explica que el conocer el folclore argentino, y específicamente la Música de Leon Gieco, fue determinante para que su estilo evolucione hacia el “folk rock andino” que los hizo conocidos. O “Música barrio”, como ellos certeramente lo bautizaron.
“No hubo ningún referente que pudiéramos haber encontrado. Tal vez si hubieras escuchado a El Polen hubiéramos dicho que estaba interesante pero no lo conocíamos. Partimos de cero, de recopilar todos los pedazos que encontrábamos y encontrar un camino”, cuenta Piero.
En 1984 Del Pueblo presenta su ópera rock “Posesiva de mí” en el Teatro Segura, un espectáculo musical- teatral que reflejaba las vivencias de la calle. ¿Cuántas personas fueron? Apenas 10. Entre ellos estaban el entonces subterráneo Oscar Malca y el crítico de arte Gustavo Buntix. Poco después, son invitados a un recital del grupo Hora Zero, entre cuyos asistentes estaban Roger Santibáñez y Dalmacia Ruiz Rosas, poetas de Kloaka, quienes se quedaron fascinados con su Música. Por entonces los miembros del Grupo Kloaka se habían contactado también con Leusemia y Kola Rock, igualmente encantados con su estilo callejero y auténtico, el cual querían asimilar a su propuesta poética.
Del Pueblo formaría parte de los primeros conciertos del fenómeno bautizado como “rock subterráneo” con Leusemia y Narcosis, organizados por la revista Ave Rock a fines de 1984. A pesar de sus distintas propuestas musicales, tenían en común el utilizar el castellano y hablar sin tapujos sobre lo que pasaba en la calle. Por la marihuana que fumaban y su estilo musical eran llamados “hippies” con odio de los punks limeños.
El rock subterráneo también albergó a otros proyectos de rock fusión como Diario o Seres Van, quienes compartían escenario por igual con grupos hardcore punk. Pero fue sin duda Del Pueblo el grupo que inició una tradición de rock fusión que se mantiene hasta ahora.
No se puede terminar este breve recuento del mestizaje en el rock hecho en el Perú sin mencionar a Miki González. Aunque muchos, más por desconocimiento, lo califican como el pionero de la fusión entre el rock y ritmos autóctonos, lo cierto es que él tomó muchos elementos tanto de El Polen (a quienes conoció en Cusco a inicios de los 70) como de Del Pueblo.
Curiosamente, Miki González no estaba interesado en el rock, al que consideraba una copia del blues. Sus intereses iban más por el jazz, el blues y la Música afroperuana. Este interés lo lleva a vivir por una temporada en El Carmen, donde entabla amistad con la familia Ballumbrosio. Luego iría a estudiar Música a Berkeley por dos años. Durante su estadía en los Estados Unidos queda impresionado al ver a Devo en concierto y se reconcilia con el rock. Es entonces que se interesa por un lado por el new-wave de grupos como The Cure, New Order o los mencionados Devo y continúa su exploración por la Música afroperuana. Con más de 30 años edad y copiando la estética dark de Robert Smith e Ian McCulloch, Miki González se reinventa como cantante de rock, uno de los más exitosos que se recuerde en el Perú, algo que jamás habría pensado.
¿Por qué Miki González tuvo más éxito comercial que otros artistas que ya hacían fusión?, le preguntó el crítico Pedro Cornejo. Su respuesta fue reveladora: él no era percibido por el público como un músico de fusión sino como un rockero. Y pone un ejemplo aún más ilustrativo. Cuando empezaron a tocar, la gente insultaba a Chevo Ballumbrosio, quien tocaba el cajón. “El público era muy racista y no aceptaba que el rock tuviera un cajón”, dijo.
Hasta fines de los 80 este es más o menos el panorama del mestizaje en el rock “hecho en el Perú”, si tenemos reparos en usar el término “rock peruano”. Lo que vino luego es historia conocida. La posta es tomada por Los Mojarras, La Sarita y muchas otras bandas que reflejaban en su Música a la “nueva Lima”, mestiza, pujante y colorida. Y de los nuevos grupos que mezclan por igual chicha, reggae, rock, punk, ska, cumbia, en fin, cualquier género.
Ciertamente el tema nos plantea muchas preguntas, algunas de las cuales ya han sido superadas hace años. ¿Tiene el rock una identidad peruana? ¿Si es así, lo logró gracias a la fusión? ¿Es suficiente mestizaje que sea hecho por peruanos? O simplemente dejar de teorizar tanto y disfrutar de la Música.