Escribe: Arturo Vigil
Hay un personaje singular, extravagante y ante todo una leyenda viviente del rock nacional. Nuestro querido amigo Enrique Tellería más conocido en el ambiente musical como el gran Jean Paul “El troglodita”.Aquel muchacho veinteañero que irrumpía en los escenarios juveniles a principios de los sesenta ,con su traje de leopardo tirándose al suelo y muchas veces encima de la gente, además de romper algunas butacas y convertir cada presentación en explosivos shows.
Jean Paul grabaría sus primeros éxitos con el sello Disc Perú en 1965 como “El tema del Troglodita” y “El dólar agujereado “, años después vendría la edición de su primer disco larga duración cuyo titulo fue “Tengo un Mustang” con excelentes versiones de temas de Los Hollies y de Los Animals, dos de los mejores conjuntos ingleses de esos años y del famoso Mersey Beat.
En esos días compartiría escenarios con Los Delfines (del Callao) y sería la primera voz de esta agrupación, por un año, además de ser muy amigo de Los Goleen Boys (del Chacal Allison) y de los inconfundibles y súper venerados Saicos con Edwin Flores y Rolando Carpio a la cabeza.
Jean Paul se convertiría en toda una celebridad y siempre asediado por los periodistas, que no lo veían muy bien, por su espíritu rebelde e inconforme, que lo lleva a ser detenido a Seguridad del Estado en los primeros años de la dictadura del General Velasco allá en el lejano 1970.Por eso emigra a Centroamérica y México donde conoce al maestro Javier Bátiz (solista de rock y blues) y entabla amistad con dicho personaje.
El troglodita en su largo recorrido musical, que lo llevo por toda Latinoamérica, dejó grabaciones y discos que nunca fueron editados en el Perú.
Articulado publicado en el periódico limeño LIBERACIÓN (Marzo del 2004)
Jean Paul “El Troglodita” fallecería en Julio de ese mismo año y dejaría la huella imborrable de un roquero cavernícola y que quedo en el recuerdo de sus seguidores de esos años en la Lima de los sesentas y todos los que lo empezaron a redescubrir.
Gracias Troglo por ser nuestro amigo y por los buenos momentos que compartimos contigo.